DOMINGO 19 DE ENERO
Este segundo cántico del siervo de Yahvé nos invita a poner la esperanza en Dios y a no desfallecer en nuestra misión a pesar de las dificultades, teniendo presente que el Señor nos ha llamado desde nuestra concepción.
¿En el mundo actual, a pesar de las dificultades, soy una persona perseverante en la misión del bautizado?
SALMO
Nos unimos diciendo: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”
Reflexionemos: ¿De verdad estamos dispuestos a hacer su voluntad?
San Pablo, como es de costumbre, saluda a su comunidad y se reconoce llamado por Dios a ser apóstol de Cristo y le desea la paz y la gracia de Dios a toda la comunidad de Corinto.
¿Somos auténticos apóstoles de Cristo en nuestra cotidianidad?
En el episodio del Evangelio, Juan el Bautista reconoce a Jesús como el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo y ratifica que su testimonio es verdadero; reconocer a Jesús como el Cordero de Dios, implica reconocer que Jesús se sacrificó por todos nosotros, quitándonos el pecado, esta es la prueba más grande de amor que ha tenido Dios para con nosotros “Tanto amó Dios al mundo, que entregamos a su hijo único para que tengamos vida. Como católicos estamos llamados hoy a dar testimonio de que Cristo es nuestra vida y que por Él participamos de la salvación
¿Reconocemos a Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo? ¿Lo dejo actuar en mi mundo?
PADRE, CUÉNTEME UN CUENTO
Lee con atención, reflexiona, sonrie y encuentrale sentido de aplicación a la cotidianidad.
PADRE, CUÉNTEME UN CUENTO
Lee con atención, reflexiona, sonrie y encuentrale sentido de aplicación a la cotidianidad.
Una
maestra
quiso demostrar a sus niños de primaria que Dios es un mito. La clase
ocurrió así:
MAESTRA:
Hoy
vamos a aprender que Dios no existe. (Entonces, dirigiéndose a uno de
los niños dice:) ¿Tito, ves el árbol allá afuera?
TITO:
Si,
maestra.
MAESTRA: ¿Tito, ves la hierba?
TITO:
Si,
maestra.
MAESTRA:
Vete
afuera y mira hacía arriba
y dime si ves el cielo.
TITO:
(Regresando
unos minutos mas tarde) Si,
vi el cielo,
maestra.
MAESTRA: ¿Y
vistes a Dios?
TITO:
No,
maestra.
MAESTRA: Esto es exactamente mi punto. Podemos
ver todo lo que existe, pero no
podemos ver a Dios porque
El no existe.
Es un cuento.
En
ese momento, María, una
compañera de Tito, pidió
a la maestra si
podría hacerle mas
preguntas a
Tito.
La
maestra,
algo sorprendida, accedió.
MARIA:
¿Tito, ves los árboles
afuera?
TITO:
Si.
MARIA:
¿ves la hierba?
TITO:
(ya aburrido de tantas preguntas, contesta)
Siiiiiiiii
MARIA:
¿ves a la maestra?
TITO:
Siiiiii
MARIA:
Todo
lo que existe se ve, ¿cierto?
TITO:
Siiii
MARIA:
¿ves
el cerebro de la maestra?
TITO:
Noooo.
MARIA:
Entonces, Tito,
según nos han enseñado hoy, ¡nuestra maestra no tiene cerebro!
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