SER TESTIMONIO DE VIDA CON NUESTRAS OBRAS
En este quinto domingo del tiempo ordinario la palabra de Dios nos invita a ser verdadera luz que ilumine el camino con nuestras obras y Sal para darle sabor a la vida desde nuestro encuentro personal con Cristo.
PRIMERA LECTURA ISAÍAS 58,7-10
El profeta Isaías nos está invitando a vivir nuestro encuentro con Dios con coherencia de vida, de modo que no nos quedemos únicamente en rituales externos, para que nos vean; sino que expresemos nuestra fe desde un encuentro profundo con Dios que nos permita vivenciarla a través de las obras de caridad.
El profeta Isaías en el capítulo 58 deja claro que la fe y las obras van íntimamente ligadas, que cuando el hombre tiene a Dios en su corazón, no aparenta ningún acto litúrgico o de piedad, sino que lo vive y lo expresa con sus hermanos
Es bueno preguntarnos hoy ¿En mi vida, las obras de caridad son un simple requisito o las vivo con mis hermanos?
¿En el mundo actual donde reina el egoísmo, el amor por el dinero y el poder, como católico ¿he dejado de vivir y cumplir las obras caridad?
SALMO
Nos unimos diciendo: “El justo brilla como una luz en las tinieblas”
(Salmo 111)
(Salmo 111)
SEGUNDA LECTURA 1 corintios 2,1-5
En la primera carta a los Corintios, san Pablo, nos invita a beber de la fuente de la sabiduría que es Jesús para poder vivir y realizar las obras de caridad como verdaderos católicos que somos. San pablo deja claro que la sabiduría viene de Dios e ilumina al ser humano para que camine con rectitud, por eso nosotros hoy debemos pedir la sabiduría de Dios para construir la familia, para educar a los hijos, para trabajar con justicia y amor, para perdonar y para hecer el bien.
¿Pido la sabiduría de Dios para gobernar mi familia? ¿dentro de mis proyectos (casa, trabajo, estudio… cuento con la sabiduría de Dios?
EVANGELIO
San Mateo en el Evangelio hace alusión a la sal y a luz, la sal es la que le da el sabor a los alimentos, la que permite degustarlos y la luz es la que ilumina el camino, vence la oscuridad, por eso, hoy la palabra de Dios nos está invitando a dar sabor a la familia, a degustar la familia, la vida, la fe...
¿Para mis hijos y para mi hogar soy el medio que lleva a encontrarme con Cristo? ¿en mi trabajo y en mi familia, soy reconocido por mis actitudes y mis obras?
Y la luz es la que ilumina el camino, la que vence las tinieblas, tengo a Jesús en mi corazón para que ilumine mi camino y venza las tinieblas de mi vida (mentira, odio, infidelidad, engaños etc?
En conclusión, la palabra de Dios nos invita hoy a hacer las obras de caridad a conciencia, a llenarnos de la sabiduría de Dios para poder ser luz y sal de nuestra familia, de nuestro trabajo, de nuestros amigos y de nuestra familia, es bueno que nos preguntemos hoy si soy luz y sal con las personas que amo.
COMPROMISO:
Durante esta semana con mis actitudes seré luz y sal de mi familia.
PADRE, CUÉNTEME UN CUENTO
Observa el siguiente video piensa en todo lo que tienes y como aprovechas estos dones para ser sal y luz de tu entorno.
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Dios te bendiga